Pero sin duda una de la temática principal de la exposición es la dualidad producida entre realidad y ficción, lo real y lo falso, términos que se confunden según el contexto en el que se encuentren. Y es que esto es precisamente el punto de partida de su obra, afirmando que lo real depende de una cuestión cultural, habiendo así varias realidades distintas que chocan entre ellas.Y de ahí otro de los pilares de su obra, la relación entre la imagen y la palabra, utilizando una idioma distinto al del espectador, el inglés, para crear una realidad distinta a la que se crearía en el caso de que el espectador fuese anglosajón, como en el caso de “Carpentry”, “Haberdashers”, “butchers” y “Hairdressers”.
Centrándonos ya en la exposición en si y empezando por el apartado de la derecha, encontramos las obras “Carpentry”, “Haberdashers”, “butchers”y “Hairdressers”, por un lado, y “Museum”, “Hotel” , “Gallery”, “Prototipo Museum”, “Prototipo Hotel” y “Prototipo Gallery”, por el otro. En ambos series usa ,claramente, la ambigüedad entre la imagen y la palabra de la que antes hablábamos, relacionando imágenes de tiendas de campaña y caravanas con nombres de lugares, que se les superponen, de una función totalmente distinta, creando esa confusión entre funcionalidades. Acentuando,además, esa realidad confusa en la que no distinguimos entre lo que es real y no, añadiendo una serie de lineas ondulantes en las obras “Museum”, “Hotel” y “Gallery”, que no nos dejan afianzar las imagen como real.
Siguiendo hacia la izquierda nos encontramos con la serie “Ficciones”, que a su vez se divide en “La Habana/New York” y “Industria Cultural”, un conjunto de imágenes que juegan entre lo real y lo falso mediante la fotografía, un medio que capta instantáneas de la realidad y que por tanto no se presta a error. Sin embargo el artista retoca sutilmente cada una de la imágenes precisamente para crear esa visión errónea de lo supuestamente real, creando, de nuevo, esa ambigüedad entre realidad y ficción. Además en las obras correspondientes a “La Habana/New York” empieza a aparecer el tono político que inundará la última parte de la de muestra.
La siguiente serie, “las mejores vistas de la ciudad”, nos propone la imagen de una ciudad emulando la vista de unos prismáticos, una imagen incompleta, cortada por la forma ovalada, que nos remite de nuevo a esa confusión en realidad-ficción al no poder comprobar su veracidad.
Y ya para concluir con la exposición, en la parte izquierda, encontramos “El Manual de Instrucciones”, “La Casa de la Doctrina” y “El Símbolo”, un mundo basado en el poder como una ironía de la política actual. Obras que nos marcan un camino a seguir para llegar a ese poder, bien sea por la escaleras que nos suben a lo alto del trono o por las instrucciones para conseguir armar ese trono. Una serie de caminos que d una manera u otra nos habla de ese deseo por el poder y posibilidad de marcar el camino de los demás.
Ya como opinión personal, decir que la obra de Osakar me parece tan compleja como profunda, aunque en ocasiones una complejidad desorbitada para el mensaje que quiere mostrarnos, como es el caso de “El Manual de Instrucciones”, que creo debería de ser mucho mas directa. Un error que creo viene de basar sus obras en experiencias personales, en vez utilizar términos mucho mas generales.
Y aunque parezca lo contrario no creo que esa dificultad sea algo negativo en las demás obras, al contrario, me resultado bastante satisfactorio descubrir su mundo, pero es una obra que sin la debida documentación sobre el autor es muy difícil comprender, por lo menos en mi caso, tanto que al volver a releer lo escrito ya le vuelvo a encontrar fallos.
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